
Rastreros
Los insectos rastreros son aquellos que no pueden volar o que tienen una capacidad de vuelo muy limitada. Se desplazan por suelos y paredes.
Algunos ejemplos de insectos rastreros son:
Cucarachas, Hormigas, Escarabajos, Alacranes, Escorpiones, Pescadillo de plata.
Las cucarachas y las hormigas son consideradas las plagas rastreras más peligrosas para la salud. Las cucarachas son responsables de la transmisión de enfermedades como disentería, fiebre tifoidea, salmonella y cólera.
Algunos consejos para controlar los insectos rastreros son:
Aplicar los productos en superficies absorbentes y porosas
Controlar los insectos rastreros en espacios donde se manipulen alimentos
Usar productos que actúen por ingestión y contacto.